Un divulgador que no es nutricionista, pero da lecciones a muchos que sí
Gonzalo Quesada no es médico. No es nutricionista. No lleva bata ni firma artículos en revistas académicas. Pero si te sientas a escucharlo —como hicimos todos los que vimos su charla en el pódcast Tengo un Plan— terminas con la sensación de que por fin alguien habla de alimentación con cabeza y sin conflictos de intereses.
Lo suyo no es una cruzada contra la carne, ni un intento de imponerte el tofu por decreto. Es ciencia. Es ética. Y sobre todo, es una invitación a cuestionar lo que damos por hecho. Con datos. Con estudios. Con ese punto incómodo que te hace decir: “¿Y si el equivocado soy yo?”
¿Quién es este tipo y por qué tanta gente le hace caso?
Gonzalo es un autodidacta con alma de investigador. Alguien que se ha formado por su cuenta durante años y que maneja los papers como un cirujano maneja el bisturí. No da opinión, da contexto. No vende dietas milagro, explica cómo leer estudios y por qué algunos titulares te están vendiendo humo con palabras técnicas.
Empezó por una decisión ética: dejar de comer animales. Pero eso lo llevó a descubrir una maraña de desinformación, intereses comerciales y contradicciones en la industria de la nutrición. Lo que hace hoy es desenmarañar todo eso. Y hacerlo con un lenguaje tan claro que hasta tu cuñado lo entiende.
El huevo: no tan inocente como lo pintan
Gonzalo no tiene manía a los huevos. Pero sí tiene manía a la pseudociencia. Explica cómo, a pesar de las campañas de marketing, hay estudios que relacionan el consumo frecuente de huevo con mayor riesgo cardiovascular. Y no lo dice él: lo dicen revisiones sistemáticas de cohortes grandes.
¿Y si sustituyes el huevo por legumbres? Según la ciencia, mejoras tus niveles de colesterol, reduces la inflamación y hasta aumentas la esperanza de vida. Pero claro… eso no lo verás en anuncios de desayuno.
La dieta mediterránea: buena, pero hay algo mejor
Aquí viene el sacrilegio. Gonzalo no dice que la dieta mediterránea sea mala. Dice que no es la mejor. Y que si lo analizas sin romanticismo, verás que hay modelos dietéticos basados en plantas que la superan en prevención de enfermedades, longevidad y rendimiento cognitivo.
Lo dice con respeto, pero también con claridad. Porque aferrarse a un dogma nutricional por nostalgia es como no cambiar las ruedas del coche porque te da pena el modelo antiguo.

Ciencia real vs. ciencia de TikTok
Lo más valioso de Quesada no es lo que come. Es cómo piensa. En el podcast explica qué significa aplicar el método científico: formular hipótesis, buscar evidencia sólida, revisar ensayos clínicos y tener la humildad de cambiar de opinión cuando los datos cambian.
Critica la forma en la que muchos “profesionales” usan la ciencia: como escudo, no como brújula. Y recuerda que citar un estudio mal hecho no te convierte en experto. Te convierte en desinformador.
¿Por qué la mayoría de nutricionistas no están actualizados?
Porque el sistema educativo no les da las herramientas. Según Gonzalo, la carrera de nutrición en muchos países sigue enseñando con manuales desactualizados, sin formación en lectura crítica de estudios ni habilidades de divulgación. Por eso nace Fit Generation.
Fit Generation: formar nutricionistas con cerebro (y sin dogmas)
Gonzalo participa en el lanzamiento de Fit Generation, un grado universitario 100% online que pretende revolucionar la forma de enseñar nutrición. ¿Lo diferencial?
- Enfoque basado en ciencia real, no en tradición.
- Profesores con experiencia y criterio.
- Flexibilidad total.
- Posibilidad de aplicar lo aprendido desde el primer año.
Suena a anuncio. Pero no lo es. Es una respuesta real a un problema real.
¿Se puede ganar músculo comiendo solo plantas? Sí.
Este tema siempre genera debate. Gonzalo lo explica con la calma de quien lo ha estudiado en profundidad: no necesitas 2 gramos de proteína por kilo de peso. No necesitas pollo en cada comida. Necesitas variedad, entrenamiento con sobrecarga progresiva, y eliminar mitos heredados del culturismo de los 80.
La clave está en el estímulo, no en el batido de proteínas.
El intestino y los 30 vegetales por semana
Esto no es un número al azar. Es el resultado de uno de los estudios más ambiciosos sobre microbiota: el American Gut Project. Cuanto más diversa es tu dieta vegetal, más fuerte y equilibrada es tu flora intestinal. Y eso se traduce en mejor inmunidad, más energía y menos enfermedades crónicas.
Comer variado, en resumen, es mucho más que evitar el aburrimiento.

Ayuno, creatina y otras modas… con lupa científica
¿El ayuno intermitente? Puede funcionar. Pero no es mágico. En pérdida de peso es tan efectivo como una dieta hipocalórica. En longevidad, los datos son prometedores, pero aún no concluyentes. Y lo más importante: si te genera ansiedad, no es sostenible.
¿Y la creatina? Tiene respaldo. Pero está sobrevalorada. No va a convertirte en Hulk, ni va a compensar una mala rutina. Gonzalo lo dice claro: el problema no es tomarla o no, es pensar que es la solución.
La famosa “adherencia” (y la excusa que esconde)
Muchos profesionales dicen que no recomiendan una dieta óptima porque “la gente no se va a adherir”. Gonzalo le da la vuelta: eso es como no decir que fumar mata porque algunos no lo dejarán.
¿Y si dijéramos la verdad y confiáramos en que las personas pueden tomar decisiones informadas? ¿Y si, en lugar de rebajar el mensaje, lo hiciéramos más claro, más realista y más empático?
La filosofía de vida que hay detrás de lo que comes
Para Gonzalo, la nutrición no es sólo nutrición. Es ética, es salud pública, es respeto por el planeta y por uno mismo. Por eso su discurso no va de prohibir ni de evangelizar. Va de educar, compartir, razonar… y dejar que cada uno saque sus conclusiones.
Porque al final, lo que comemos es también un reflejo de lo que creemos. Y lo que creemos, si no se revisa, nos puede llevar por caminos que ni el cuerpo ni la conciencia agradecerán.
¿Por qué deberías ver este episodio?
Porque saldrás con más preguntas que respuestas. Y eso es bueno. Porque empezarás a mirar tu plato con otros ojos. Porque dejarás de repetir “es que siempre se ha hecho así” como si fuera un argumento. Y porque —si tienes suerte— quizás termines el episodio con una idea que te acompañe para siempre:
Comer bien no es complicado. Complicado es desaprender lo que no sirve.
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