9 hábitos que eliminarán tu dolor

O por lo menos te dejarán quejarte con estilo

El hombre que quiere jubilar a los fisioterapeutas

¿Y si todo el dolor que arrastras no viniera de una maldición egipcia ni de tu jefe, sino de tus propios hábitos? Javier Furman, fisioterapeuta argentino y divulgador incansable en su canal Tengo un Plan, lo tiene claro: no naciste para vivir con dolor. Y si lo haces, es porque nadie te enseñó las reglas del juego corporal.

En este episodio, Javier despliega una lista de 9 hábitos que deberías tatuarte (o al menos pegar en la nevera) si quieres dejar de convivir con el dolor como si fuera un primo pesado que no se va de tu casa.

Quién es Javier Furman y por qué deberías escucharlo

El fisio que no te quiere de cliente

Javier no busca que vayas a su consulta: quiere que no tengas que pisarla nunca. Esa es su misión. Tras atender a miles de pacientes y ver que todos cometían los mismos errores, decidió compartir su «método de bienestar sostenible» online. Y le funciona. Su comunidad crece, y sus ideas están llegando incluso a quienes pensaban que el dolor de espalda era genético.

Un podcast para todos los que se quejan del cuerpo (o lo ignoran)

Este episodio no es sólo para runners con lumbalgia o jubilados con artrosis. Es para todos los que viven en un cuerpo y quieren entenderlo antes de que se declare en rebeldía.

Los 9 hábitos de Javier Furman (y por qué funcionan)

1. No te quedes quieto: el sedentarismo es el nuevo tabaco

Estar muchas horas sentado no es descansar: es intoxicarte a fuego lento. Tu cuerpo está diseñado para moverse, y cuando no lo haces, se oxida. Levántate cada hora. Camina. Mueve los pies como si fueses a bailar salsa aunque estés en el metro.

2. Usa los glúteos, que para algo están

Tus glúteos no están para sentarte encima, sino para estabilizar la pelvis, caminar bien y hasta proteger tu columna. Si no los activas, toda tu espalda sufre.

3. Aprende a respirar (sí, eso también se desaprende)

Respirar por la boca como un bulldog nervioso te resta energía y tensa el cuello. Javier propone volver a la respiración diafragmática: lenta, por la nariz y consciente.

4. Cuida tu postura… pero no te obsesiones

No se trata de caminar como si llevaras un libro en la cabeza las 24 horas, sino de evitar posturas mantenidas durante horas. Cambia, alterna, fluye. Tu cuerpo ama la variedad.

5. Estírate sin hacer el pino

No hace falta que te conviertas en contorsionista. Javier recomienda estiramientos suaves diarios, especialmente de cadenas musculares posteriores. Una especie de yoga con menos incienso y más sentido común.

6. Alimenta tus articulaciones (y no sólo con colágeno de moda)

El movimiento nutre tus articulaciones. Pero también una dieta antiinflamatoria, rica en verduras, omega 3 y sin ultraprocesados. Lo que le va bien a tu intestino, le va bien a tus rodillas.

7. No ignores el dolor: escúchalo

El dolor no es tu enemigo: es tu maestro. Te avisa. Te advierte. Y si lo callas con pastillas sin cambiar hábitos, volverá más cabreado.

8. Duerme (y no sólo la siesta del domingo)

Sin sueño reparador no hay reparación. Javier recalca la importancia de una higiene del sueño decente: oscuridad, horarios regulares y nada de móviles pegados a la cara a las 2 de la mañana.

9. Escoge el movimiento que disfrutes

Moverse no tiene por qué ser un castigo. Baila, camina, haz senderismo o juega al pilla-pilla con tu hijo. El mejor ejercicio es el que haces con ganas, no el que sufres con culpa.

No, no eres viejo. Estás oxidado

Javier Furman tiene una frase que se te queda grabada: «No es que seas viejo, es que estás acartonado». Y tiene razón. Muchas veces confundimos el desgaste con la dejadez, y la edad con la falta de movimiento.

Este podcast no es una clase de anatomía ni una sesión de coaching barato. Es una llamada a recuperar el control de tu cuerpo sin gadgets ni gurús. Con hábitos. Con sentido común. Y con ganas de vivir sin dolor (o al menos, sin tener que hablar de él todo el rato en las cenas).

Ya sabes: si te duele algo, muévete. Y si no te duele… muévete también.